2008/06/16

Big Fish


Hermosa fábula sobre cómo vivir la vida al máximo. Daniel Wallace se inspiró para escribirlo en su propio padre y en el momento en que él iba a serlo.

Probablemente el protagonista nunca ha dicho una sola verdad, entera, pero cada historia que cuenta tiene un componente más profundo que la propia verdad, aunque su hijo no pueda verlo y exija continuamente a su padre que hable en serio. Porque, ¿donde debemos situar el límite entre la realidad y la magia?, o, ¿por qué nos empeñamos en diferenciarlas?

Wallace utiliza la tradición del sur de los Estados Unidos para describirnos la historia de este padre atípico. Tradición mezcla de verdad y ficción. Y roba, además impunemente a los griegos, desde la historia de Ulises y su viaje interminable hasta los trabajos o pruebas que tuvo que realizar Hércules, el semi-dios.

Si tenéis la oportunidad de ver la película que sobre esta novela realizó el director Tim Burton (Eduardo Manostijeras, La novia cadáver...) no dejéis de hacerlo. Es de las pocas ocasiones en que, según mi opinión, el cine ha superado a la literatura.

Al fin y al cabo Edgard Bloom tenía razón: no quería ser un gran pez en una pecera pequeña.

Genma Sánchez Mugarra - Coordinadora Taller de Lectura de Abusu

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